Tras muchos días siendo la política lo más hablado en los
medios, habiéndose convertido en nuestro Sálvame diario, por fin la ciencia se hace
un hueco en todos los titulares. La llegada de la sonda New Horizons a Plutón
bien se lo merece.
Hoy me gustaría dedicar unos minutos a un perro con el que muchos
pasamos horas pegados al televisor: Pluto. ¿Por qué? Porque su nombre está
relacionado con el descubrimiento del planeta. O mejor dicho, planeta enano. La
condición de planeta la perdió en 2006.
Vamos a poner fechas. El planeta Plutón se descubrió el 18 de
febrero de 1930, pero hasta el 24 de mayo de ese mismo año no fue bautizado con
ese nombre. La primera aparición de nuestro querido perro, el mes de septiembre
de 1930. Pero ese perro inicialmente tenía otro nombre: Rover.
El animador de Disney se dio cuenta de que ese nombre, Rover,
era demasiado común. Con todo el revuelo y la excitación que provocó el
descubrimiento del nuevo planeta, no dudaron en ponerle otro nombre al perro:
Pluto. Así se llama el planeta en inglés.
Pero como dirían los compañeros de la información deportiva,
hay polémica. Se supone que una niña inglesa de 11 años sugirió que el nuevo
planeta se llamara igual que el perro, Pluto, cuando Disney dice todo lo
contrario: primero se bautizó el planeta, y luego fueron ellos quienes cogieron el
mismo nombre para nuestro querido perro.